“No demostramos lo que es Tucumán”. Simple, contundente y realista fue Domingo Miotti, el apertura “naranja”, ante la impensada derrota frente a Salta por 20 a 11, en la “Caldera del Parque”. No fueron los “naranjitas” de siempre. El temple, la garra y la historia que caracteriza al jugador tucumano quedaron en el vestuario.
El 15 local fue cero actitud, cero ideas y cero concentración. Tucumán regaló los primeros 35 minutos y los salteños recibieron el obsequio, pero sobre todo, lo supieron aprovechar para clavar dos puñaladas al corazón del dueño de casa. Los tries de Mauro Perotti y de Leonardo Ibáñez dejaron en evidencia las falencias de los dirigidos por Patricio Argüello y Rolando Medina.
Una de las mayores carencias del combinado tucumano fue el line: a pesar de que varias veces tomaron la guinda, la perdían apenas intentaban jugarla.
En el complemento, los “naranjitas” buscaron cambiar de actitud. Con el try de Lucio Urueña parecía que los caminos se abrían. Sin embargo, chocaron contra la dura defensa de los “mayuatitos” que, con punch, supieron frenar el embate local. No quedará otra que madurar anímica, física y mentalmente si el objetivo es la próxima ronda. De las derrotas también se aprende.